Subscribe to Zinmag Tribune
Subscribe to Zinmag Tribune
Subscribe to Zinmag Tribune by mail
Vamos a imaginar, ¿qué pasa en este escena? Como se darán cuenta esto es simplemente una prueba, para ver si puedo ubicar este formato de imagen (apaisada) en en recuadro grande superior. Si va, será que las imágenes a usar tendrán queconservar este estilo El autor de este cuadro es Felix Vallotton.
Es como si que te quitaran el aire que respiras, o como si alguien se metiera sin permiso en ese ultimo fuerte privado que atesoras dentro de tu mente o de tu corazon, ese unico lugar donde te permites con toda, absoluta, subliminal y brutal honestidad, ser tu misma. Escribir es como respirar. No escribir o dejar huella de lo que siento es como si se metieran dentro de ese fuerte, como si me negaran ser quien soy.No soy nadie especial, simplemente soy. Soy yo y lo que escribo, nada mas.
Veo que estás entrando Fernando. Es una plantilla super moderna. Te pido que subas un post... vas a ver que diferente a los comunes. Claro, que tampoco es fácil. Estoy acomodando en este momento los links, sobre los post. Creo que se puden colocar tantos de estos como artículos forme el número de la revista. Quiero ver como armar el carrousel y la imágen
Así habrá comenzado nuestra revolución, con una señora que en medio del fregado, se sentó a meditar.

POST-TITLE-HERE

POST-DESCRIPTION-HERE

¿Qué le pasa?

Vamos a imaginar, ¿qué pasa en este escena?
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr8WbuET2VVauAdaUyHy_ZsD0LYdinQRHHRYVVYtWJCMRg7OMmcUIUq1MTKieo8a7aonSunQ12QfBKoy8aELPrdHlL3xPnAvQXGckcl5wm5ab_wTfHVxxatc2XZAANZJopXXuZm2SDWIDQ/s1600/30.jpg

POST-TITLE-HERE

POST-DESCRIPTION-HERE
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr8WbuET2VVauAdaUyHy_ZsD0LYdinQRHHRYVVYtWJCMRg7OMmcUIUq1MTKieo8a7aonSunQ12QfBKoy8aELPrdHlL3xPnAvQXGckcl5wm5ab_wTfHVxxatc2XZAANZJopXXuZm2SDWIDQ/s1600/30.jpg

POST-TITLE-HERE

POST-DESCRIPTION-HERE
IMAGE-TITLE-HERE

POST-TITLE-HERE

POST-DESCRIPTION-HERE
IMAGE-TITLE-HERE

La naturaleza que nos robaron

Fugura 5

11:20 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 Sentada en una roca que el mar no golpea pienso en el manuscrito de los peces, en si ellos también tienen formas de conocernos. Disfruto la brisa, pero al contacto del agua mi piel se asusta. No quiero bajar los pies. No voy a bajar los pies. 

Bajo la luz de día los peces acercan sus bocas a las piedras y las muerden o las besan. Si Cousteau no mintió, por la noche duermen, algunos sueñan. También sueño con peces. 
Cada noche el mar dice mi nombre en un idioma que nunca aprendí a pronunciar. Mi corazón abre su boca oscura y deja salir los monstruos de la memoria hacia el piélago 

mezcla de agua y saliva 
entrando en mi boca 
veinte años después del ahogamiento. 






Irma Torregrosa (México)



Read more...

Erótico imaginario

11:16 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 Penetrado de noche en limoneros y acacias

Opalino a lo lejos en la frente del cielo
El jardín se estremece por dentro

Entre ramas secas y hojas podridas
dormitan escarabajos Libélulas Lagartos
Un gato de ocio y maldad acecha una mariposa

De repente una casi invisible neblina desciende
y posa su penumbra en la fronda
acariciando el nudo de nuestros cuerpos
con la misma dulzura lentísima
con que yo mitad fuerza mitad miedo
beso tu cuello y tu barba de negro cristal
Está el jardín oloroso a sudor masculino
a saliva de besos profundos que anhelan
desatar el torrente del deseo en su cima
y que fluyan las savias y descansen los cuerpos 





Raúl Gómez Jattin (Colombia)     

Read more...

Once de septiembre

11:13 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 El once de septiembre del dos mil uno

mientras las Torres Gemelas caían,

yo estaba haciendo el amor.

El once de septiembre del año dos mil uno

a las tres de la tarde, hora de España,

un avión se estrellaba en Nueva York,

y yo gozaba haciendo el amor.   





Cristina Peri Rossi (Uruguay)        




Read more...

Poemas

11:10 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 XVII


¿Hay algún culpable?
¿Hay culpa Alguna?
Sintiendo siendo soy yo


XVIII

Ayer me caí y perdí un zapato
Hoy me vestí y me perdí
Sorpresa me da al no ver por dónde voy 


XX

Yo tengo una piedra que brillante
Muchos me quieren quitar la piedra
Con el brillo de mi piedra extraño mi joya  







Mara Rita Villarroel (Chile)



Read more...

Pero no me acuerdo.

11:07 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 Es que son muchas anécdotas que tengo, pero no me acuerdo… Cuando estábamos chiquillos mi hermano Emilio y yo, luego mi papá llegaba medio alegre y nos le colgábamos cada uno en un brazo porque se ponía como si estuviera levantando pesas y nos daba vueltas y luego nos daba dinero. Pero él nos daba un billete y lo partía a la mitad y nos daba una mitad a cada uno y luego ¡ay mi mamá pobrecita! lo andaba pegando para comprar las cosas.






Rafael Volta (México)



Read more...

Caen...

11:03 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 Caen abuelitas polleras

Este miércoles, dos mujeres de la tercera edad
fueron detenidas por policías tejanos Border Patrol
por el delito de tráfico de personas
Para sorpresa de los oficiales,
las abuelitas llevaban en un vehículo Journey
con placas de discapacitado 
a tres hombres migrantes indocumentados

Pollo Loco, muy sabroso, muy sabroso 
En miercoloco, llévate tres por dos





Elena Díaz (México)

Read more...

ENTENDÍ

13:41 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses


Después de la muerte
Conocí tu mirada
Después de la muerte
Conocí tu sonrisa
Después de la muerte
Conocí un beso
Después de la muerte
Conocí una caricia
Después de la muerte
Conocí el amor
Después de la muerte
Supe que respiraba
Después de la muerte
Quise vivir
Después de la muerte
Entendí que existo
Cynthia Rascovsky (Argentina)

Read more...

ESCRITOR

13:32 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses


A medianoche
dicen que es la hora de las brujas
es cuando mi casa está mas silenciosa
no escucho pasos
ni voces extrañas
ni hay sombras
que se oculten en los rincones
extrañamente mis viejos muebles
dejan de quejarse
no chillan las ventanas
ni la puertas
hasta el viento deja de viajar por mi patio
hay un silencio que se abraza a las paredes
tímidamente me llega el perfume de la rosas
inmóviles en el florero blanco
me gusta escribir por las madrugadas
y es en ese preciso momento
cuando la algarabía se adueña de mi cuarto
escucho los pasos
las voces
las risas estruendosas
la sombras se mueven inquietas como niños
hablan los muebles
el viento golpea con furia
el silencio se disfraza de gritos
yo escribo
sólo escribo
como si nada sucediera a mi alrededor
al final
cuando duermo
alguien me espía detrás de las cortinas
lo sé





Oscar Vicente Conde (Argentina)

Read more...

Un paso

13:28 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses


Para enredarme en tus pestañas,
rincón donde cobijar mis huellas.
Amarte hasta ver morir
el sol en mis pupilas.
Cuando los años
ya desborden nuestros cuerpos,
cuando las décadas
hayan cumplido sus conceptos;
me desprenderé
de mis carencias,
de mis desvelos,
de mi nombre,
lo dejaré todo en tus labios,
que humedezcan tu sed
cuando ya no esté .







Heidi Almeida (Paraguay)

Read more...

Un texto de Efi Cubero (España)

13:24 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 Desde los fondos últimos, los más inaccesibles, los cielos y los árboles contemplan mi pasar ensimismado. La percepción que admira la belleza ha vestido en la noche las naranjas de luna.

Me gusta el juego, el jugo de los frutos, la amarga realidad de lo improbable y el misterio del sol que las contiene. Alguna vez las contemplé contigo, manos fuertes y tiernas que alcanzaron azahar para mis sueños.
La luna se rubrica en soledad.
Nada cierto al alcance de mis ojos: la mirada se aísla porque no tiene dónde reflejarse.
Las naranjas amargas sobre el árbol, en las calles desiertas, sonríen con el color que las adorna.
Hay gente que las hurta para hacer mermelada.
Siempre sirve la vida para algo.
(Soy ráfaga que sueña, en racionalidad de la locura) .

Read more...

En la calle...

14:26 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 En la calle de los suspiros,

donde las hojas danzan
al compás del viento,
te espero bajo el farol antiguo,
con una taza de té humeante entre mis manos.
Las sombras se alargan,
y los recuerdos se entrelazan como hilos invisibles.
Las aceras guardan secretos,
y las farolas murmuran historias de amores pasados.
Las palabras fluyen como ríos subterráneos,
y los silencios se llenan de significado.
Tal vez, en esta tarde de domingo,
podamos tejer nuestros propios versos en el aire.
No necesitamos prisa
ni planes concretos,
solo la compañía cálida
de las palabras compartidas.
Las risas se mezclan
con el aroma a pan recién horneado,
y los minutos se estiran
como gatos perezosos al sol.
Quizás, al final de la tarde,
cuando el cielo se tiña
de tonos rosados y dorados,
nos atrevamos a volar
un poco más alto,
a explorar los rincones olvidados de nuestros corazones.
Así que, querido amigo,
si alguna vez decides aparecer en mi calle,
bajo el farol antiguo
y el viento inquieto,
sabrás que aquí estaré, esperando,
con una sonrisa y una taza de té caliente.
Fabiola Rubio Gil.

Read more...

El viaje

10:24 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 Los viejos les decimos

adiós a las ciudades para siempre.
Joan Margarit
EL VIAJE
Mi madre ha venido
para despedirse de Florencia.
Dice, que ya no
volverá a verla.
En nuestro último día
hemos cruzado
la tarde
por Ponte Vecchio.
Y me puede la tristeza
de saber
que ya nunca jamás
me esperará al otro lado
de este puente.

Read more...

Y...

12:05 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 ¿Y ahora qué hago yo

con este cargamento a cuestas,
con esta inexplicable alegría
que nunca te he pedido?
Porque, cómo pedir algo que no se conoce
y cuando llega a tu casa
y no hay espacio para tanto y tan grande
y cuando no hay desván o trastero
que sea capaz de contenerlo más tiempo
y cuando sabes que irremediablemente
lo llevarás contigo
como una señal que te delata
y sabes que serás proscrita y perseguida
y tendrás que alejarte de lo conocido
y aún así, sin poder explicar
esa alegría que apareció en tu casa
sin haberla pedido
y que lo inunda ya todo.





Begoña Abad (España)

Read more...

Un texto de Patricia Esteban Erlés

11:21 Reporter: Luis Fernando Giucich 0 Responses

 La habitación 415

Era mi cabronaza favorita. Miraba a la cámara como a una doncella a la que sabía paralizar y enamorar sin remedio con esos ojos helados, demasiado grandes y demasiado azules. Vino porque era la primera mujer a quien le daban el premio Donostia y ella siempre quiso ser la primera. La primera en llevar a los tribunales a una gran compañía, la primera es ser hermosa sin serlo. Llegó con veinte maletas y sus piernas de alambre. Con un cáncer terminal y todo el glamour de las viejas glorias, que sabían aplastar un cigarrillo para explicar la ira de un personaje o mover el brazo como un ala al soltar el humo y devolvérselo a la luz de un foco. Pidió cien dólares al día y que no se le dijera cuándo debía marcharse. Que nadie viera nunca la silla de ruedas que la esperaba entre bambalinas, al pie del ascensor si debía desplazarse. Llegó con sombrero, peluca, cejas pintadas y pestañas postizas. Odiaba asomarse a la ventana y ver al enorme murciélago, un Batman de varios metros de altura que se había colocado justo enfrente, para promocionar la película de Tim Burton. "No le veo los ojos, la cara, eso no es un actor", protestaba. Los ojos, tan importantes. Los ojos de Bette amilanando al cinematógrafo, como siempre. No dejó que le tocara el rostro una jovencita e hizo que volara desde París su maquillador favorito porque algunos paisajes asolados por las llamas no puede pisarlos cualquiera. No quería fotos, solo cámaras de cine que no interrumpieran sus gestos. Caminó bajo la lluvia para saludar a sus admiradores y terminó sus memorias en la suite 415, mirando la bahía de Vizcaya. Apareció fumando, apoyada en un antiguo mueble de aire isabelino y fue la mujer más feliz del mundo ante aquel público que se rendía y era consciente de que aquello no volvería a suceder. Olvidó un pañuelo, quizás a propósito, sobre la mesa del restaurante donde cenó por última vez. Explicó cómo era un Oscar igual que otras recuerdan el rostro o el cuerpo de un amante de juventud, pero ni se dignó a contestar al inoportuno alcalde que le preguntó por esa cretina de la Dietrich.
Empeoró de pronto. ccuando cambió el viento cayó un frío súbito y vino a buscarla un avión ambulancia. Quiso subir por su propio pie los tres peldaños y el sanitario que vio que no lo lograría bajó a su encuentro y le pidió que le hiciera el honor de dejar que la cargara en brazos para que no se sintiera tan humillada por la enfermedad. Murió unos días después en París. Cerró sus enormes ojos de acero en un hospital americano, atendida por doctores americanos. Imposible no rendirse ante su fragilidad de muñeca y la imagen del arsenal de sombrereras y los dieciséis modelitos con zapatos, guantes y tocados a juego con los que viajó a recibir su último premio, por si le hacía falta vestirse dieciséis veces para su público.
Ella era el cine.
Puede ser una imagen en blanco y negro de una persona
Todas las reacciones:
Tú, Cristina Flantains y 59 personas más


Read more...

Videos

My Blog List